Ya sabemos que los Microbrotes se están convirtiendo en un superalimento terrestre pero, ¿sabías que también está revolucionando la comida en el espacio? Desde su capacidad para crecer rápidamente hasta su impresionante densidad nutricional, estos cultivos están protagonizando el cambio hacia una alimentación más completa en los astronautas y se considera una de las claves nutricionales para los viajes espaciales de larga duración.
¿Por qué la NASA apuesta por ellos?
Desde siempre la buena nutrición de los astronautas en misión espacial ha sido una de las grandes preocupaciones de la NASA. ¿Qué soluciones les ofrecen los Microbrotes?
- Huesos y músculos fuertes: Estos brotes contienen hasta un 40% más nutrientes que sus versiones adultas. Por ejemplo, las variedades como el rábano o la col proporcionan vitaminas esenciales, antioxidantes y minerales en grandes cantidades y en un espacio reducido. En particular, los Microbrotes son ricos en vitamina C, potasio, hierro y calcio, nutrientes esenciales para combatir la pérdida ósea y muscular que los astronautas experimentan en microgravedad. Si además le añadimos todos los beneficios para el sistema inmunológico que ofrecen, no es de extrañar que los expertos en viajes espaciales digan sí a estas plantitas.( https://ntrs.nasa.gov/citations/20210023736 )
- Crecimiento rápido y en poco espacio: Los Microgreens pueden estar listos para cosechar en tan solo 7 a 12 días y además su forma de cultivo hace que se cultiven grandes cantidades ocupando muy poca superficie. Por eso son ideales para misiones de larga duración donde el espacio y los recursos son limitados. Entre estas misiones se barajan la Estación Espacial Internacional (ISS), la plataforma orbital lunar (Lunar Gateway), y las misiones a Marte y a la Luna.( https://ntrs.nasa.gov/citations/20220002732 )
- Beneficios psicológicos: Cuidar de plantas vivas en el espacio ayuda a los astronautas a aliviar el estrés y mantener un vínculo con la Tierra.
¿Cómo cultivan microbrotes en la NASA sin gravedad?
En el espacio, cultivar microgreens presenta desafíos únicos debido a la microgravedad, pero los científicos han desarrollado tecnologías avanzadas para superarlos:
- Sistemas hidropónicos y tapetes de cultivo: La NASA utiliza tapetes de fibras naturales como hemp o arcilla arcillita para anclar las semillas y facilitar el crecimiento de las raíces ( Lee este artículo en La Sexta ).
- Control de agua y nutrientes: Los sistemas hidropónicos administran con precisión a los tapetes la cantidad exacta de agua y minerales, evitando derrames y asegurando que las plantas reciban lo justo y necesario para un buen desarrollo.
- Iluminación LED: Los microgreens reciben luz artificial con espectros específicos que estimulan el crecimiento y maximizan la fotosíntesis en condiciones de espacio. Esto les ayuda además a orientarse “arriba” y “abajo”, ya que en la Tierra su mayor estímulo para saberlo sería la gravedad
¿Desde cuándo la NASA utiliza los microbrotes y dónde?
El interés de la NASA por los microgreens comenzó a ganar tracción en la última década, como parte del programa de agricultura espacial “Veggie” ( https://science.nasa.gov/mission/veggie/ ). Estos cultivos se han investigado y probado en:
- La Estación Espacial Internacional (ISS): Los astronautas han cultivado y consumido microgreens como parte de experimentos relacionados con la sostenibilidad de alimentos frescos en el espacio.
- Laboratorios terrestres: Antes de enviarlos al espacio, los microgreens son probados en simuladores de microgravedad para evaluar su viabilidad y rendimiento.
Como vemos el uso de Microgreens en el espacio marca un avance significativo en el campo de la agricultura espacial y la nutrición para misiones de larga duración.
A medida que la NASA se prepara para misiones aún más ambiciosas, como los viajes a Marte, los Microbrotes representan un componente vital para garantizar la autosuficiencia alimentaria en entornos extremos. Con su alta densidad nutricional, bajo impacto ambiental y fácil manejo en condiciones de microgravedad, estos pequeños brotes tienen el potencial de transformar no solo cómo nos alimentamos en el espacio, sino también en la Tierra.
El conocimiento adquirido a través de estas investigaciones podría allanar el camino hacia prácticas agrícolas más sostenibles y eficientes para todos y quién sabe, quizás nos encontramos frente al alimento del futuro.
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